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Firma de Frodsham junto a la de Derek Pratt en el proyecto de reconstrucción del cronómetro marino de Harrison H4, que inició Pratt en 1997 y fue completada por Frodsham en 2014.
En la década de 1970, Daniels escribió sobre la dificultad de incorporar un escape de doble rueda en un reloj de pulsera. En ese entonces no existía la maquinaria para crear componentes de toleran- cias muy ajustadas, particularmente en el área de los escapes, en donde se trata de una o dos micras. Asimismo, materiales como el titanio, que hoy en día es muy común, nunca fueron utilizados durante la década de 1970. Aunque firmemente arraigado en la tradición relojera inglesa, el Double Impulse Chronometer es un reloj de pulsera completamen- te moderno. Cuenta con una esfera de cerámica, un retén de titanio, y el volante regulador está hecho de una aleación de cobre resistente a la tempera- tura y cuenta con pesos ajustables de tungsteno.
“Nuestros métodos continúan siendo muy tra- dicionales. Aunque utilizamos varios materiales modernos como la cerámica y el titanio, el reloj también contiene muchos elementos con referen- tes históricos. Por ejemplo, como los relojes de bolsillo ingleses solían tenerlas, decidimos incluir ruedas de oro en el tren de engranes. Por otro lado, el sistema de numeración representa una continuación de la serie de relojes de bolsillo. Lo
hacemos así simplemente porque Charles Frods- ham adoptó el sistema de numeración que utiliza- ba John Arnold. De este modo, continuamos utili- zando el sistema de numeración que John Arnold incorporó en 1767”, explica Stenning.
Dado que han hecho algunas concesiones a la modernidad para la creación de su reloj de pul- sera, cabría también preguntarse si en algún mo- mento sintieron la tentación de utilizar también una espiral de silicio. ¿Habrían ido muy lejos de haberlo hecho, dado que muchos tradicionalistas todavía no están seguros de que se trate de un ma- terial confiable? “Exploramos la idea de producir nuestros propios espirales, pero requiere de una gran curva de aprendizaje. Decidimos no hacerlo porque implicaba agregar más tiempo de desarro- llo a los quince años que de por sí ya habíamos in- vertido en la investigación y el desarrollo del reloj. Habría sido llevar las cosas demasiado lejos. Sin embargo, eso no quiere decir que no exploremos otras ideas. Nos gusta adentrarnos en la ciencia de los materiales modernos. A lo largo de nuestra historia siempre hemos buscado desarrollar pie- zas interesantes mediante la incorporación de los
106 WATCHTIME MÉXICO | Third Edition / 2020