Benedict Cumberbatch protagoniza In a breath, el cortometraje de Jaeger-LeCoultre que celebra el lanzamiento del nuevo reloj de buceo Polaris Mariner Memovox. Realizado en la Isla Rakino, en Nueva Zelanda, el film explora el paralelismo que Benedict traza entre dos de sus prácticas favoritas, la meditación y el buceo. Explora, también, cómo ambas tienen un impacto en nuestra percepción del tiempo.
Así, Benedict Cumberbatch habla de la relación entre la respiración y el tiempo -vitales para ambas actividades- y el estado de trascendencia que resulta de su práctica cotidiana. Se da, entonces, un viaje hacia el interior y se estrechan los lazos con el océano. Se experimenta una profunda conexión con la naturaleza
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Como muchos otros aficionados al buceo, Cumberbatch habla de la intensa experiencia sensorial que se vive en las profundidades: el sentido de calma, la ausencia del ruido de fondo de la vida contemporánea y la inmersión total en el que para él es el color más apacible del espectro cromático, el azul.
«Cuando vuelves a conectar con lo que realmente está ocurriendo en tu vida interior, cuando te encuentras en un lugar tan tranquilo… te distancias del flujo de distracción de la vida. Al hallarte en esa situación, tienes un objetivo claro (en el presente) y eso es justo lo que buscas al fluir realizando cualquier actividad, ya sea atlética, creativa, artística o artesanal. Quieres fluir, estar conectado y desconectado al mismo tiempo.”, expresó Benedict Cumberbatch.
