La otra cara

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Yvan Arpa se pone serio y nos entrega una pieza magistral: un cronógrafo monopulsador con tourbillon, de manufactura.

Todo mundo sabe ya quién es Yvan Arpa. Catalogado como uno de los enfants terribles de la industria relojera suiza, es quien somete a descargas eléctricas a las cajas de los relojes (un proceso de tortura que a muchos escandaliza), quien coloca auténticas balas dentro de las carátulas de los relojes (que acaba por escandalizar a los que aún no lo estaban), o quien, para no ir más lejos, creó el concepto de Titanic DNA, cuando lideró a Romain Jerome por su avatárico andar. Sí, todos sabemos ya de lo que es capaz.

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Pero cuando este hombre de voluntad caprichosa decide hacer las cosas como le apetece al resto de los mortales, no podemos menos que mirar con atención y juzgar con seriedad.

Lo primero que vemos en este modelo es una pieza que dedica toda la atención a los detalles. Se trata de un cronógrafo monopulsante con tourbillon, y cuya caja, realizada en acero, integra una aleación hecha de oro con piezas de calibres de otros relojes. Ok, vemos aquí al Yvan de siempre. No obstante, toda la composición de los elementos visibles, como los contadores, los puentes, la simetría perfecta de la caja, o el mismo esqueletado del movimiento, nos hablan de un trabajo artesanal magistral. El pulido satinado, también, alterna sobriamente con el pulido brillante de la caja.
Asimismo, la ubicación de los distintos elementos de información ha sido cuidadosamente colocada. A las 6 horas el tourbillon, que no oculta ningún elemento y nos permite libre mirada a componentes como el espiral o la rueda de escape con los coloridos rubíes de su áncora suiza. A las 12 horas la rueda de columna del mecanismo del cronógrafo, enmarcando los claros indicadores de los minutos y los segundos del cronógrafo, ubicados a las 9 y 3 horas, respectivamente. Un indicador de la reserva de marcha, que llega a ser de hasta 110 horas, aparece discreto a las 8 horas.

El movimiento, orgullo de la casa por ser de manufactura propia, también es clásico en su concepción, al oscilar a 21,600 alternancias por hora e integrar un tourbillon de un minuto. No obstante, es también único en tanto que tiene una forma ovalada. Está compuesto por 304 componentes e integra 33 rubíes. El fondo, no obstante, también nos depara otra sorpresa: un fechador de manecilla central que se encarga de llevar la mirada hacia el grabado externo de la caja, y en donde vemos la leyenda “Piece Unique” y la reiterativa composición numérica 1/1.

 

ArtyA Complication Tourbillon Close Up

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La otra cara

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