El pasado 13 de junio, Jaeger-LeCoultre inauguró en Shanghai el primer 1931 Café, un espacio de inspiración Art Decó que se suma a las celebraciones del nonagésimo aniversario del modelo Reverso. De acuerdo con la marca, el café también abrirá sus puertas el próximo otoño en París, cuna del movimiento que inspira su arquitectura, así como la del legendario reloj reversible de la marca.
El 1931 Café evocará el interior de un transatlántico de los años 30 y el glamour de un plató de cine. Utilizando una paleta en blanco y negro e impregnada de una luz cálida, el diseño incorpora los materiales característicos del Art Déco (cromo, terciopelo, cristal y madera lacada). Además, incorpora un suelo de mármol con una incrustación geométrica típica de la época. Cada detalle se ha diseñado a medida, desde la lámpara de cristal esmerilado al centro de la sala, hasta las sillas con tres bandas metálicas que recuerdan a los tres gallones de la caja del Reverso.
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Este nuevo concepto de Jaeger-LeCoultre también hace gala de una colaboración con la célebre chef parisina Nina Métayer. Nombrada en dos ocasiones Pastelera del año, Métayer ha creado una colección especial de tartas y pasteles que incorporan sabores del Valle de Joux, hogar de la manufactura, como las bayas de montaña, los frutos secos, la miel y, desde luego, el chocolate suizo.
«Lo que más me atrajo de esta colaboración con Jaeger-LeCoultre fue la idea de reunir dos expresiones muy diferentes de la artesanía en un solo proyecto. El pastelero y el relojero comparten los mismos valores profundos y nuestros gestos están impulsados por el mismo deseo: no crear para nosotros mismos, sino superarse por el placer del destinatario.”, expresó la chef.
