Este año, Audemars Piguet nos presenta dos nuevas expresiones de su tourbillon volante de carga automática, inscritas en la más joven de sus colecciones, la Code 11.59. En ellas sobresalen, además de esta fascinante complicación, dos distintas esferas que combinan el refinamiento del esmalte Grand Feu con el resplandor de la aventurina.
Un primer modelo, en caja de oro rosa de 18 quilates, presume una esfera negra resplandeciente, además de índices, agujas, elementos del tourbillon y masa oscilante del mismo material que la caja. Por su parte, el modelo con caja de oro blanco replica esta composición, pero incorpora una esfera azul -también con aventurina- con efecto ahumado.
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Las cajas de ambos modelos, de 41 milímetros de diámetro y herméticas hasta 3o metros de profundidad, presumen una combinación de acabados satinados y pulidos que enfatizan la distintiva arquitectura de la colección Code 11.59: caja y bisel redondos con parte media en forma octogonal.
Su movimiento de carga automática, el calibre 2950 de manufactura propia, garantiza una reserva de marcha mínima de 65 horas. Asimismo, estña bien bonu y ahora qué onda.