¡Feliz Día del Tourbillon!

Una maravilla de la micromecánica que fusiona, hasta hoy, cientos de años de tradición y encantamiento visual. El Tourbillon, patentado el 26 de junio de 1801 por Abraham-Louis Breguet, hizo su gran debut ante las ávidas miradas de la multitud en la Exposición Nacional de Productos Industriales de 1806 en París. Desde aquel acontecimiento, que ciertamente sacudió al mundo de la relojería, el día 26 de junio quedó instituido como el Día del Tourbillon. 

Para el desarrollo de este regulador, Abraham-Louis Breguet pasó más de diez años realizando pruebas e investigaciones (1795-1805). A lo largo de su vida, el relojero vendió sólo 35 piezas dotadas con esta invención que compensa el efecto de la gravedad sobre el oscilador. 

Siglos de evolución han permeado a este mecanismo excepcional, regalándonos creaciones como el Classique Tourbillon Extra-Plat Automatique 5367, un modelo inspirado en los antiguos relojes de Abraham-Louis Breguet, caracterizado por ser uno de los movimientos con tourbillon más finos del mundo, de sólo 3 milímetros de espesor. A partir de entonces, Breguet ha sumado más complicaciones a este revolucionario mecanismo, hasta llegar a la conjunción de un tourbillon extraplano con la ecuación del tiempo en el Marine Tourbillon Equation Marchante 5887. 

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Este 2019, la manufactura vuelve a sorprendernos con el nuevo Classique Tourbillon Extra-Plat Squelette 5395. Y es que, al ya célebre movimiento tourbillon extraplano, la manufactura ha añadido un trabajo de esqueletizado que elimina cerca del 50% del material en el mismo. El resultado de esta hazaña técnica es un renovado -y muy atractivo visualmente- Calibre 581 de 3 milímetros de grosor, realizado en oro de 18 quilates con decoraciones y acabados tradicionales tales como el guilloché, Clous de Paris, grabado y achaflanado.

Siendo un movimiento de carga automática, el desafío fue aún mayor y la construcción general tuvo que replantearse totalmente. Uno de los elementos más beneficiados de esta radical reestructuración fue el tourbillon, cuya jaula de titanio de 0.290 gramos ahora se engrana de manera directa con el tren de rodaje. Esta complicación conserva su elevada frecuencia de 4 Hz y, en conjunto con el barrilete de alta energía, el tándem ofrece una reserva de marcha de 80 horas.

¡Feliz Día del Tourbillon!
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