Este año, durante la edición digital de Watches & Wonders, Tudor conmemora el 50 aniversario de sus cronógrafos con el relanzamiento del Black Bay Chrono en acero, esta vez con una caja rediseñada y esferas panda en su modalidad clásica y reverse. Lo anterior significa que la esfera puede ser blanca (opalina) con los dos contadores negros o negra con contadores de plata.
Fieles a la estética Black Bay, los modelos incorporan agujas snowflake, caja de acero de 41 milímetros de diámetro y pulsadores de la primera generación. Asimismo, presumen un bisel fijo de acero inoxidable, un contador de 45 minutos, segundero pequeño y una ventanilla de fecha a la hora 6. Además, se añaden novedades como un sutil corte en la parte inferior del cristal de zafiro y la recolocación del movimiento
En su dimensión mecánica, las nuevas iteraciones del Black Bay integran el calibre cronógrafo MT5813, manufactura Tudor, de carga automática, certificación COSC y reserva de marcha de 70 horas.
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Los modelos se complementan con tres opciones de correa, de acero, Jacquard o tipo bund. La correa de tejido (Jacquard) es uno de los rasgos distintivos de la marca desde el 2010 y está fabricada por la empresa Julien Faure, quien desde hace 150 años elabora telares Jacquard en Saint-Étienne, Francia.
Por otro lado, los brazaletes de acero se inspiran en creados por Tudor durante los años 50 y 60, mientras que las correas tipo bund, de cuero envejecido negro con costuras en crudo, refieren al espíritu de las carreras de autos en los años 70.