- Su nombre es Hind Seddiqi y ella es la responsable del gran éxito que tiene hoy la famosa plataforma conocida como Dubai Watch Week.
Por Alejandro Estrada
Todos hablan hoy en día de lo que está ocurriendo en Dubái. ¿Cómo se logra una iniciativa que pone a temblar a las plataformas tradicionales, como lo es la propia Baselworld o el renovado SIHH, ahora bajo el nombre de Watches & Wonders Geneva? Esto es lo que pudimos platicar con Hind Seddiqi, directora de Dubai Watch Week, durante su más reciente edición.
- En el contexto de una industria relojera dominada por los hombres, en la cual la presencia de las mujeres en puestos destacados es muy rara, usted representa un ejemplo muy interesante de la excepción a la regla. ¿De dónde proviene su pasión por la relojería?
Como usted sabrá, mi familia ha estado en el negocio de la relojería desde hace setenta años. Por lo tanto, crecimos en un medio en donde siempre estuve expuesta al mundo de los relojes. Incluso mis hijos y mis sobrinos ya saben muchísimo sobre relojería. Si uno crece en un medio artístico, rodeado de obras de arte, es natural desarrollar un gusto por las artes plásticas. Lo mismo ocurriría si se tratara de música, ciencia, etc., porque también somos lo que nos rodea. Así es que, en esencia, mi pasión viene del hogar en el que crecí.
- ¿Cómo fue que nació la idea de Dubai Watch Week?
Varios factores contribuyeron al desarrollo del proyecto. Cuando comencé a trabajar en el negocio, hace catorce años, solíamos llevar a los coleccionistas de viaje a Ginebra. Parte de mi entrenamiento, y el de otros miembros de mi familia, ocurrió durante aquellos viajes a Ginebra, visitando las manufacturas de diferentes marcas. La experiencia también me dio la oportunidad de observar cómo los coleccionistas, que nunca habían mostrado interés alguno por la relojería, invariablemente se convertían de un día a otro en apasionados seguidores de nuestra industria. Al enamorarse de los relojes descubrían un deseo repentino por coleccionarlos. Fue una transformación muy positiva que nos llevó a imaginar lo increíble que sería ofrecer una experiencia así de transformadora a un grupo todavía mayor de gente.
Por supuesto, como no era posible llevar a todo el mundo a Ginebra, decidimos llevar un pedazo de Ginebra a Dubái. Por otra parte, la oportunidad como vendedores de visitar las exposiciones de relojes en Basilea y conversar frente a frente con los representantes de diversas marcas nos ofreció una experiencia y acercamiento al mundo de la relojería mucho más íntimo. Entre otras cosas, nos dimos cuenta de que las marcas no se comunicaban entre sí, a pesar de enfrentar retos y problemas similares. De hecho, en Basilea se encontraban tan ocupados que ni siquiera tenían tiempo o un espacio para compartir sus experiencias. Eso nos llevó a pensar que sería muy buena idea encontrar la manera de juntarlos bajo un mismo techo para hablar sobre los temas importantes de la industria que debían ser discutidos.
En la primera edición de la Semana de la Relojería de Dubái el tema central fue la transmisión del conocimiento entre los relojeros y la necesidad de crear un programa a través del cual pudiesen entrenar a las nuevas generaciones de aprendices y de ese modo garantizar la continuidad de la tradición relojera. A partir del esfuerzo inicial surgieron más temas de discusión que inclusive generaron interés entre los periodistas. Y es que las visitas a Basilea o a otros lugares que son sede de las diferentes marcas solamente ofrecen la posibilidad de abordar temas relacionados con colecciones específicas.
En cambio, un evento como el nuestro permite a los periodistas tratar temas de fondo y formular preguntas de mayor alcance a través de paneles de discusión, mesas redondas, etc., y de ese modo entender mejor el funcionamiento interno de las compañías relojeras. Así fue como comenzó todo. Muy pronto, nos dimos cuenta de que el evento generaba muchísimo interés y de que las marcas también compartían nuestro entusiasmo. Como resultado, pudimos asegurar la participación de un mayor número de expertos y marcas participantes e ir creciendo cada vez más.
- Pero, ¿quién tuvo la idea en específico de crear el evento?
Todo comenzó con una iniciativa de mi padre, Abdul Hamied Seddiqi, el vicepresidente de Seddiqi Holding. Él fue quien nos exhortó a organizar la Semana de la Relojería de Dubái y antes de eso también convenció a los organizadores del Grand Prix d’Horlogerie de Genève [GPHG] para que trajeran su evento a Dubái por primera vez. Se trató del paso que precedió a la Semana de la Relojería de Dubái. Aprovechando la relación con las personas detrás del GPHG, organizamos un tour de sus relojes. Sin embargo, para el año siguiente, me pareció que debíamos hacer más que solamente ofrecer una muestra del GPHG.
Pensé que simplemente invitar a la gente un solo día a visitar la muestra de una colección sobre la cual no sabían nada no tenía sentido, a menos que alargáramos el tiempo dedicado a ahondar en el tema, explicar quiénes son los relojeros responsables de la creación de las piezas, hablar sobre su trayectoria profesional, etc. Por lo tanto, se me ocurrió que sería una buena idea invitar a expertos a hablar sobre la industria de la relojería. Y eso fue lo que nos llevó a organizar, en 2015, la primera edición del evento. En esa primera ocasión, solamente invitamos a marcas independientes, por ser poco conocidas en aquel entonces.
Y a partir de ahí el evento fue evolucionando hasta convertirse en lo que es hoy. Se trata de un esfuerzo colectivo y que, además, es posible gracias a un maravilloso y talentoso equipo que siempre aporta excelentes ideas para desarrollar una visión única en cada nueva edición de la Semana de la Relojería de Dubái.
- ¿Ha fungido como la directora del evento desde el inicio?
Sí, es decir, siempre he estado involucrada y formado parte del equipo organizador del evento, aunque al comienzo no asumí el cargo de manera oficial. Y es que inicialmente nuestra intención fue posicionar al evento para que atrajera el interés de un público más grande del que ya formaba parte del portafolio de Ahmed Seddiqi & Sons. No quisimos que la gente pensara que se trataba de un evento asociado a nuestra familia y, por lo tanto, decidimos que nuestro apellido no figuraría en su nombre y que hasta sus representantes no podrían ser fácilmente asociados a nuestra compañía.
Pero, a partir de la cuarta y quinta edición, inclusive el público que no es parte de nuestro portafolio ya entiende que se trata un evento identificado con la industria relojera a nivel internacional y no de un evento de Ahmed Seddiqi & Sons. Por eso ahora participo de forma más pública para promoverlo.
- Tomando en cuenta que Rolex no suele participar en eventos asociados con otras compañías, ¿qué tan difícil fue convencerlos para que lo hicieran?
Asegurar la participación de diversas marcas en el evento es un trabajo continuo que requiere entrar en conversaciones con las casas relojeras para que ocurra. Me parece positivo que Rolex sea cuidadoso y desee esperar a ver cómo evoluciona un evento antes de decidir si se involucra o no. Al final, decidieron que sí participarían con una propuesta original. Por eso les dimos el espacio para una exposición especial que explorara el universo del Oyster Perpetual Submariner.
La dirección de Rolex confía en Seddiqi & Sons y sabe que nuestra compañía se ha esforzado mucho para promover la marca. La decisión de colaborar con nosotros fue una manera de agradecer nuestro trabajo con ellos. Para nosotros, se trata del mayor honor que podemos recibir porque significa que creen en el evento y reconocen su proyección, importancia y reputación en la industria relojera. Y, sí, no es todos los días que Rolex acepta participar en un evento de este tipo y nos tomó un tiempo convencerlos.
- Es una de las acciones más significativas de este año…
Sí, claro. Pero también la participación de Chopard, por ejemplo, fue muy significativa. Nos causó una gran satisfacción que escogieran a la Semana de la Relojería de Dubái para el lanzamiento internacional de su reloj Alpine Eagle. Invitaron a toda la gente de la región y de todo el mundo, no solamente para mostrar sus creaciones sino también para participar en la sala de exposiciones con piezas tanto de Ferdinand Berthoud como de Chopard. Su intervención ocurrió en tres frentes: con el reloj Alpine Eagle, mediante una muestra de la colección principal de los relojes Chopard y una carpa de exposición, así como con la presencia del mismísimo Ferdinand Berthoud.
Aunque es cierto que Chopard siempre nos ha apoyado, el total compromiso con el que decidieron involucrarse nos hace sentir muy agradecidos. También nos causa un gran orgullo saber que la dirección de Chopard piense que nuestro evento es la mejor plataforma para lanzar un nuevo reloj. Y son muchas las marcas que comparten la misma opinión y escogen a la Semana de la Relojería de Dubái como la plataforma de lanzamiento de sus nuevos relojes. La verdad es que no podemos quejarnos.
- ¿Será que pronto otras marcas comenzarán a sentir envidia y a pelearse por conseguir un lugar en el evento?
Pues ya hemos recibido llamadas de varias marcas interesadas en participar en la edición de 2021. La respuesta ha sido muy positiva y nos encanta que las casas relojeras comiencen a pensar en una forma diferente de hacer las cosas. Los escuchamos y, aunque resulta imposible incluirlas a todas, haremos todo de nuestra parte por incorporar al mayor número posible en el evento.
- Otra novedad muy interesante fue la incorporación de la plataforma Watchbox. ¿Cómo surgió la idea?
Desde hace mucho tiempo sentíamos la necesidad de contar con una plataforma a través de la cual ofrecer a nuestros clientes la oportunidad de actualizar sus colecciones. Es muy común que un coleccionista de relojes de vez en cuando sienta el deseo de vender piezas que, si bien le parecían fundamentales hace diez años cuando las adquirió, hoy considera que no pertenecen al tipo de colección que aspira a desarrollar; y, por otro lado, también existe otro apasionado de la relojería que anda en busca justamente de ese reloj. Individuos en esa situación necesitan un medio que les permita renovar sus colecciones.
No podíamos ofrecer un servicio así al no contar con una plataforma para la compra, venta y comercialización de relojes de lujo de segunda mano. Cuando nos reunimos con Danny Govberg, co-fundador y CEO de Watchbox, nos entendimos inmediatamente porque nos dimos cuenta de que compartimos los mismos intereses y eso se ha reflejado en nuestra colaboración. El mercado de relojes de segunda mano siempre ha existido y siempre existirá.
Pero, con Watchbox, podemos ofrecer una forma segura y confiable de comprar, vender e intercambiar relojes de gran calidad, certificados, cien por ciento auténticos, de origen irreprochable y que, además, recibirán mantenimiento a través de una garantía de dos años. De esa manera, cuando nosotros no contamos con algún reloj en particular, podemos sentirnos con toda la confianza de recomendar a nuestros clientes que lo busquen en Watchbox, seguros de que allí encontrarán la pieza que buscan. Y es que no es raro enterarse de alguien que fue engañado, pagó de más, o descubrió que el movimiento del reloj era falso tras haber hecho la compra en cualquier otro lugar.
Por eso, ofrecer una plataforma que satisfaga la demanda por los relojes de segunda mano nos da mucha tranquilidad. Además, todo el inventario es propiedad de Watchbox y por eso no vendemos relojes en consignación. De esa manera, el cliente puede estar completamente seguro de que invertirá su dinero solamente en productos de la mayor calidad.
Y es que todavía no conozco a nadie interesado en adquirir productos de dudosa procedencia. Un evento muy significativo fue el lanzamiento a fines del año pasado de una tienda física (o Brick & Mortar) de Watchbox en el Centro Financiero Internacional de Dubái (DIFC, por sus siglas en inglés), dado que hasta ese momento la compañía solamente operaba en línea. Se trata de una hermosa boutique que ha causado un gran revuelo en las pocas semanas desde que fue inaugurada.
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