Desde 2004, cuando la manufactura se asoció con la firma de automóviles Austin-Healey, los fanáticos de autos antiguos han disfrutado, por más de 17 años, todas y cada una de las ediciones limitadas de Frédérique Constant pensadas especialmente para los gentleman drivers.
Para la edición de este año, la marca retoma el popular modelo de 2018 e imprime un toque mucho más urbano, sin dejar de lado el estilo retro que lo caracteriza; una hazaña estética de la que pocas firmas pueden presumir. Así pues, el nuevo Vintage Rally Healey Automatic se desdobla en dos nuevos modelos que, como su nombre lo indica, deben su funcionamiento a un calibre de carga automática con tres agujas y ventana de fecha.
Estilo neovintage de Frédérique Constant
La primera iteración, con guiños a los relojes de rally de la primera mitad del siglo XX, se viste de oro rosa en la caja de acero de 40 milímetros de diámetro. El elegante color chocolate que rodea el blanco de la esfera se replica en la correa perforada, muy al estilo de los autos clásicos de carreras, mientras que los índices y agujas con tratamiento luminiscente garantizan una legibilidad envidiable.
British green
El color clásico de Healey y los coches de rally, el “verde inglés racing”, retorna para la esfera del segundo modelo, presentado en una caja de acero pulida con el mismo diámetro, y hermética hasta 50 metros de profundidad. Ambos modelos están limitados a 2,888 ejemplares e integran el calibre FC-303 con reserva de marcha de 38 horas.
Además, las dos nuevas versiones de Frédérique Constant presumen en el fondo de la caja el grabado del célebre Healey 100S, adquirido por un coleccionista en 1969 por 155 libras y revendido por casi un millón de euros en diciembre de 2011. Se entregan en una caja de coleccionista que incluye una réplica en miniatura de dicho auto con la matrícula N0J393.
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