Dubai Watch Week: Total Supremacy

Dubai Watch Week en WatchTime México

¿Por qué es hoy Dubai Watch Week el encuentro de relojería más importante a nivel global? En este artículo exploramos algunos de los factores que han hecho de este evento internacional el mejor escenario para la reflexión, la promoción y la difusión de la cultura relojera.

Por Alejandro Estrada

Llegar a Dubái implica, hoy en día, un esfuerzo máximo. No hay vuelos directos, y eso obliga a tomar un vuelo que nos lleve primero a Europa, para después hacer un salto de poco más de siete horas para llegar al destino final. En esta ocasión, cuando me preguntaban si había sido un viaje largo, lo primero que les decía era: “Bueno, déjame ponerlo en perspectiva: cuando salí de México era 18 de noviembre. Llegué a Dubái el día 20.”

Si bien es cierto que existe un tema de diferencia horaria importante —hay que adelantar nuestro reloj 10 horas—, además de los tiempos de permanencia de conexión en aeropuertos —los cuales llegan a ser hasta de más de 6 horas—, lo cierto que el tiempo que uno está en el aire es de prácticamente 20 horas. No. No es fácil llegar a Dubái, y ciertamente para cualquier mexicano implica un esfuerzo importante.

Dubái tampoco es Suiza, destino, por obvias razones, natural para un periodista especializado en relojería o para cualquier medio que pretenda realizar alguna cobertura enfocada. Además, en México contamos ya con uno de los eventos más importantes en toda Latinoamérica: el SIAR, o Salon International Alta Relojería. Miembro del jurado calificador del GPHG (Gran Prix de l’Horlogerie de Genève), Carlos Alonso vio en su momento la oportunidad de lanzar una plataforma local que le permitiera darle mayor visibilidad a las marcas relojeras en nuestro país. Voilá, tenemos SIAR, y tampoco es cosa insignificante.

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Así, visto de una manera muy simplista, Dubai Watch Week podría parecer más como un capricho oportunista para cualquier editor de relojes, de viajar a una de las ciudades más futuristas y en boga hoy en día. Esta manera de ver las cosas no le hace justicia alguna al que se ha configurado, sin duda, como el evento relojero de mayor relevancia a nivel global. El propio Jean-Claude Biver, quien participó como uno de sus panelistas invitados, dio a entender, en alguna de las entrevistas que realizó para ñps medios, que Dubai Watch Week se había convertido en un evento mucho más relevante que la propia feria de Baselworld.

En los pasillos del Exhibition Hall, las firmas participantes mostraron sus creaciones.

Lo que puedo decir sin rodeos, y luego de haber sido parte de la prensa selecta durante las últimas tres ediciones, es que Dubai Watch Week se ha convertido en un evento único, central y de la mayor relevancia para el sector. Es de consenso generalizado —entre la comunidad de periodistas asistentes y los propios expositores—, que en Dubái se establecen los mecanismos que le dan justificación (a nivel filosófico y cultural) al mundo de la alta relojería mecánica. Para ilustrar un poco de qué estamos hablando, revisemos algunos de los paneles y sus invitados.

On the spot

Parte de lo que hace especial a este evento es que uno, como periodista, puede buscar las temáticas que más le interesen, y reservar un espacio. Un total de 13 paneles se abren al público este año. Como podría anticiparse, hay disponibilidad limitada y conviene reservar tu lugar con tiempo. ¿Cómo? Mediante la aplicación descargable para sistemas iOS y Android. Fácil.

Algunos de los paneles a los que pudimos tener acceso fueron, por ejemplo, “Control Freak”, en donde intercambiaron opiniones Patrick Pruniaux, CEO de Ulysse Nardin y Girard-Perregaux; Richard Stenning, uno de los dueños de Charles Frodsham & Co.; Maximilian Büsser, dueño y director creativo de MB&F, y Hind Seddiqi, Directora General de Dubai Watch Week. En este panel, por ejemplo, fue sometida a discusión la manera en que algunas marcas imponen su propia visión sobre lo que los propios retailers, en punto de venta, tienen que hacer para dar a promover los valores y productos de la marca.

En la foto: Maximilian Büsser, dueño y director creativo de MB&F, platicando con uno de los retailers suizos más importantes, Rene Beyer.

Suena fácil, si no se toma en cuenta el conocimiento que se tiene del mercado de manera local. Y eso es algo que se reserva, sin excepción, al distribuidor final. Las marcas, en su afán por imponer su propio punto de vista y estrategia global, olvidan que algunos mercados funcionan distinto, y eso puede influir, en definitiva, en el impacto y consumo de sus productos en ciertos mercados. ¿La gran lección? No hay marca que pueda pretender mantenerse sin el feedback y el expertise local que tienen los retailers.

Esta reflexión aplica, por ejemplo —y sin pretender ser inflexibles al respecto—, para quienes buscan comercializar de manera directa, sin intermediarios y mediante plataformas digitales. Por supuesto, el éxito de cada estrategia depende de muchos factores, como el segmento o el tipo de marca, entre otros.

En un segundo panel denominado “Apocalypse II: How is the sequel different?”, Gary Getz moderó las preguntas para Benoît Mintiens, fundador de Ressence; Lucien Vouillamoz, una de las figuras clave detrás de HYT, y Stephen Forsey, co-fundador de Greubel Forsey. El eje central de este panel no fue otro que definir cómo amenaza la tecnología digital hoy en día a un mundo que basa sus fundamentos en procesos mayoritariamente tradicionales.

Dubai Watch Week contó con un total de 13 paneles.

Vale la pena observar las reacciones de los asistentes cuando Benoît y Stephen debaten si un reloj inteligente es en sí un reloj o no. El primero lo afirma sin mayor duda, en tanto el segundo pone bajo la mesa consideraciones de relevancia profunda para definir el rol de lo que es un reloj de pulso mecánico hoy en día, en comparación con un smartwatch. Dos nociones que son de índole personal pero que omiten el gran dilema que enfrentan las marcas de entrada de gama, en donde la llegada y permanencia del iWatch ya no es solo una amenaza; es una realidad que crece y que les come el mercado de manera importante a las marcas que basan sus movimientos en calibres de cuarzo.

Como un tercer ejemplo, Carlos Alonso, director del SIAR en México; Raymond Loretan, cabeza del GPHG; Michel Loris-Melikoff, director de Baselword, y Hind Seddiqi, directora general de Dubai Watch Week pusieron sobre la mesa la relevancia que tienen, hoy en día, las ferias y eventos de alcance internacional. Al tiempo que Baselworld se desintegra de manera dramática, ferias como Dubai Watch Week ganan una relevancia sin precedentes.

En la imagen, de izquierda a derecha: Hind Seddiqi, directora general de Dubai Watch Week; Carlos Alonso, director del SIAR en México; Raymond Loretan, cabeza del GPHG; y de pie, Dominique Mahoney, presentando con su talento y carisma a los expositores.

The extras

Estos son solo algunos ejemplos de lo que ocurre y se debate en los paneles horológicos. En otras salas, a la par, levantadas de manera magistral e impecable en las áreas comunes del Dubai International Financial District (DIFC), el equipo interno de Seddiqi & Co, con el apoyo de agencias y proveedores externos, implementan un sinfín de actividades adicionales. Parte de estas actividades está integrada por un vasta oferta de Master Classes, como las que impartieron Antoine y Florian Preziuso, Fiona Kruger, (en donde uno podía realizar el diseño de una esfera), hasta el impartido por Bovet para el grabado de esferas o Alco, para la realización de pintura en miniatura, entre otras.

Uno de sus socios principales, la casa de subastas Christie’s, ofreció diversas conferencias de primer nivel, como la que impartió el maestro en restauración de piezas históricas, Raúl Pagès, así como una guía de curaduría y una subasta de muestra para niños y adolescentes.
A la par, algunas marcas también aprovecharon para lanzar algunas piezas, tanto de impacto internacional como local, en los denominados Creative Hubs, espacios dedicados para este tipo de presentaciones.

Christie’s ofreció diversas conferencias de primer nivel, entre ellas la de Raúl Pagès.

Vale la pena destacar la presencia distinguida (y muy inusual) de Rolex, que montó una exposición exclusiva dedicada al universo del Oyster Perpetual Submariner, así como la de Chopard, que no sólo presentó su nuevo Alpine Eagle (su apuesta inédita en acero ético), sino que también recibió a los invitados con cocteles y canapés durante un par de noches consecutivas.

La relevancia de esta plataforma también quedó demostrada con la participación del GPHG, que mostró en exclusiva las piezas ganadoras de su última edición, pero que también aprovechó la ocasión para comunicar la creación de su más reciente concepto: la Academia, con la cual se pretende formalizar un formato mediante el cual se realizará la selección de las piezas a competir en las subsecuentes ediciones del Grand Prix, así como establecer mecanismos más claros para la promoción de la industria relojera suiza, de la mano de la ciudad y el cantón de Ginebra.

Finalmente, y como una de las alianzas más importantes a nivel de partnership de Seddiqi & Co., fue la llegada de WatchBox, presencia que no sólo formaliza la relación entre el distribuidor de relojes más importantes en Oriente Medio y la plataforma líder de venta, compra e intercambio de relojes de segunda mano, sino que también permite estructurar y legitimar una de las unidades de negocio más poderosas hoy día: el mercado de relojes pre-owned. Esta decisión toma relevancia fundamental porque implica establecer mecanismos claros y legales para la comercialización de piezas de segundo uso; y que con el compromiso y aval de Seddiqi & Co., se establece un mecanismo poderoso para regular el complejo mundo del mercado gris.

Mohammed Abdulmahied Seddiqi, Chief Commercial Officer
de Ahmed Seddiqi & Sons
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The who’s

Además de las propias marcas que estuvieron presentes a nivel de expositores este año, también destaca la presencia de algunos actores de primer nivel en el mundo de la relojería de alta gama. Vale la pena recordar la asistencia de algunos panelistas del nivel de Jean-Claude Biver, Maximilian Büsser, o Philippe Dufour, entre otros, así como algunos expertos de la talla de Will Andrewes, especialista en relojería e instrumentos musicales, o Stacy Perman, periodista independiente que hurgó, en el libro titulado A Grand Complication, sobre una de las piezas más importantes del siglo pasado: la afamada supercomplicación de Patek Philippe.

Jean-Claude Biver fue uno de los más destacados panelistas.

Además de la asistencia de periodistas especializados y representantes de las marcas, también hubo panelistas inesperados, algo que le dio un nuevo toque a la edición de 2019: el chef Izu Ani, el actor y aficionado a la relojería Aldis Hodge, el profesor de física cuántica Michael Biercuk, la fundadora de Scopio Christina Hawatmeh, e incluso el polémico instagramer Shame on Wrist, entre otros.

De igual forma, también pudimos constatar la presencia de asistentes del nivel de Patrick Hofmann, ex CEO de Ulysse Nardin, o Pascal Ravessoud, Secretario General del Consejo Cultural de la Fondation de la Haute Horlogerie, entre otros.

¿Qué se puede esperar en el futuro de un evento que gana magnitud, reconocimiento entre las marcas y presencia internacional? La moneda está en el aire, aunque no hace falta especular mucho: el liderazgo de Dubai Watch Week lo perfila, sin duda alguna, como el evento de relojería más importante y completo a nivel global.

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