Este año, la amplia esfera del icónico modelo Arceau de Hermès se transforma en un lienzo que da vida a Into the Canadian Wild, la obra pictórica transformada en pañuelo de la artista británica Alice Shirley, creada en 2017 para celebrar los 150 años de la fundación del país.
En dos versiones limitadas, cada una a 24 ejemplares, el nuevo Arceau Into the Canadian Wild representa en sus esferas a un oso polar con su cría y a un búho nival, este último símbolo de la ciudad de Quebec. Rodeados por los característicos paisajes naturales canadienses y auroras boreales, los dos animales y su entorno cobran vida gracias a la técnica de pintura miniatura sobre piedra aventurina, un mineral de singular brillo que emula un cielo estrellado.
Para dar vida a estas idílicas representaciones, los artesanos de Hermès dedican más de una semana a cada una de las esferas de esta edición, presentada en una caja de oro blanco con engaste de diamantes en el bisel. Como puede inferirse, el proceso de este tipo de pintura es bastante meticuloso e involucra varias capas de pintura para dar volumen a la obra, además de numerosas fases de horneado.
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Aunque ambos modelos incorporan un movimiento de carga automática de manufactura Hermès, la referencia adornada con la pintura del búho nival integra además la complicación de fases lunares, ubicada a la hora 10:30 del disco. No obstante estas diferencias, los dos calibres garantizan una reserva de marcha de aproximadamente 50 horas.
La caja redonda de oro blanco, de 38 milímetros de diámetro y hermética hasta 30 metros de profundidad, mantiene las emblemáticas asas asimétricas en forma de estribo, herencia de la tradición ecuestre de Hermès. A ellas se sostiene la correa de piel de aligátor azul marino que complementa esta pieza.