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El Ball Engineer II Green Berets destaca por incorporar altas prestaciones en conceptos como resistencia a los golpes, antimagnetismo y luminosidad, propio de la compañía.
Algo que no es posible ignorar en una marca como Ball, es que sus modelos son realmente herramientas de batalla. Los aguerridos ejemplares de acero muestran su condición de indestructibles a simple vista, y los más suaves y militares, como el Green Berets, muestra una atención a los detalles destacable.
Si bien es una pieza que tiene sus orígenes en las Comandos Británicos que lucharon durante la Segunda Guerra Mundial, hoy es un símbolo que le da unidad a las fuerzas armadas de las Naciones Unidas, de las que forman parte los comandos alemanes, franceses y australianos, así como las Fuerzas Especiales de Estados Unidos.
El Engineer II Green Berets, incluye grabado en el fondo la insignia “Special Forces Airborne” de la Armada Estadounidense, y es una pieza que pretende enaltecer el carácter de excelencia y fortaleza que distingue a la Armada Estadounidense. En este sentido, ha sido trabajado con elementos que nos remiten a estos valores.
La caja, por ejemplo, ha sido realizada en un aleación de carburo de titanio que la hace extremadamente ligera, pero que, a la vez, le ofrece una inmejorable resistencia a la corrosión y a la oxidación. Las dimensiones son de 43 milímetros, con una carátula que se extiende en 35 milímetros de diámetro, una amplitud ideal para garantizar una correcta legibilidad. De igual forma, como una particularidad de los modelos Ball, el Engineer II Green Berets garantiza una resistencia a los impactos de hasta 5,000 Gs, así como una protección a los campos electromagnéticos de hasta 4,800A/m. La resistencia al agua, asimismo, nos permite soportar inmersiones de hasta 100 metros, de acuerdo con sus especificaciones herméticas. No obstante, su exquisita correa de piel nobuk nos sugiere evitar cualquier contacto con el agua.
También destaca, como resulta particular en Ball, por incorporar en la carátula y las manecillas micro tubos de gas luminiscente, en esencia hidrógeno triatómico o H3, el cual garantiza una fantástica luminosidad durante más de 25 años. Sí, garantizada.
El calibre que incorpora este modelo, designado bajo la nomenclatura RR1103-C, lleva como base el bien conocido calibre ETA 2824-2, movimiento de cuerda automática con 38 horas de reserva de marcha, frecuencia de 28,800 alternancias por hora, 25 rubíes y, en este caso en específico, el aval como cronómetro emitido por el Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres (COSC).
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