Entre los años 1960 y 1970, Seiko lanzó los primeros modelos de la familia Speedtimer con un éxito avasallador. En 1964, para ser más exactos, la firma japonesa creó cronógrafos de precisión dentro de esta misma familia, especialmente para competencias deportivas gracias a su capacidad de medir hasta 60 minutos de tiempo transcurrido en incrementos de ⅕ de segundo.
Hoy, las icónicas referencias de esta época sirven de inspiración para los nuevos modelos Prospex Speedtimer, caracterizados por ofrecer, además de precisión mejorada, un diseño contemporáneo y la eficiencia energética obtenida de la luz solar. Y lo que es mejor, la célula solar se alimenta de cualquier fuente de luz, no requiere cambio de batería, y ofrece una reserva de marcha de seis meses cuando está totalmente cargada.
Seiko Prospex Speedtimer de venta en El Palacio de Hierro y Liverpool
Además de las funciones de cronógrafo de 60 minutos con tiempo parcial, este movimiento, el calibre solar V192, incorpora las funciones de prevención de sobrecarga, manecilla de 24 horas, segunderos, indicación de reserva de carga y calendario.
El Seiko Prospex Speedtimer Solar Chronograph, en su referencia SSC813, se presenta en una caja de acero inoxidable de 39 milímetros de diámetro, con cristal de zafiro curvado con tratamiento antirreflejante, fondo atornillado y hermeticidad hasta 100 metros de profundidad.
Esta robusta caja está coronada por un bisel negro con escala taquimétrica, el cual enmarca con elegancia la esfera blanca con textura arenada. Ahí, conviven las tres subesferas negras dedicadas al cronógrafo, la ventana de fecha entre las horas 4 y 5, e índices y marcadores con tratamiento luminiscente LumiBrite de color beige.
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