Pasha de Cartier: la nueva era

La misión que ha emprendido Cartier durante los últimos años de devolver al presente a sus modelos más icónicos no ha sido en vano. Hemos visto, por ejemplo, renacer al delicado Panthère de Cartier, así como al gran reloj de aviador Santos de Cartier. Y es que, es verdad, no hay como volver al pasado para refundar y reafirmar los orígenes de la Maison. En esta ocasión ha tocado el turno al también icónico Pasha de Cartier.

El modelo cumple 35 años, y esperar al próximo Watches & Wonders para su lanzamiento hubiera carecido totalmente de sentido. Gracias a que el evento continuó con su agenda, aunque en esta ocasión de manera virtual, no se ha pasado por alto la celebración y nos unimos a ella destacando las bondades de la nueva generación de este modelo.

El modelo cumple 35 años.

Por supuesto, hay que destacar que el nuevo Pasha de Cartier mantiene los elementos clave que lo distinguían desde entonces, como la integración del cuadrado, dibujado sobre la esfera, a una caja redonda; los numerales arábigos; las manecillas azuladas en forma de diamante; el diseño único de sus asas, con el famoso “Clous de Paris” de gran formato, y por supuesto, la corona con cadena.

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La nueva versión, para darle un toque más contemporáneo, omite el gran bisel con marcas de profundidad, un elemento que distinguía al modelo original dado que había sido concebido como una piezas deportiva para realizar inmersiones. Esto es algo que ha sido puesto de lado en la nueva versión, al omitir un bisel con marcas, para dar paso a una versión limpia y que destaca el sello indiscutible de su generoso bisel con superficie pulida.

La nueva versión omite el gran bisel con marcas de profundidad.

Otro elemento que llama la atención, por supuesto, es el cabujón de zafiro que podemos encontrar tanto en la cubierta de la corona —la cual se destornilla para acceder a las funciones de ajuste de hora y cuerda—, así como en la corona, propiamente: dos cristales de zafiro azul que se mantienen como sello indiscutible de la casa. Otro detalle interesante es que uno puede pedir un grabado personalizado justo en la superficie oculta en la parte inferior del elemento que abre la corona, algo que no habíamos visto anteriormente en otras piezas de la Maison.

Cabujón de zafiro en la cubierta de la corona.

El modelo, que con el paso del tiempo fue volviéndose una pieza unisex, viene en dos tamaños: 35 milímetros, para muñecas más finas, y una versión de proporciones más generosas, de 41 milímetros de diámetro.
Los brazaletes también disponen del mecanismo de rápido intercambio Quick Switch, así como el sistema de ajuste fácil de longitud del brazalete, denominado Smart Link; ambos sistemas patentados por Cartier.

El modelo se presenta en 35 mm y 41 mm.

Una adición que se agradece es la incorporación de un fondo abierto, el cual permite la visibilidad del calibre 1847 MC, movimiento de manufactura que da vida a ambas versiones. La frecuencia de este calibre es de 4 Hertz (28,800 alternancias por hora), en tanto que la reserva de marcha permite una autonomía de 40 horas.

A través del fondo abierto se puede apreciar el calibre 1847 MC.

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