Toda la maestría e inventiva de esta dupla de relojeros se ve condensada en el nuevo Balancier Contemporain, una pieza producto de varios años de desarrollo que, entre otras hazañas, se destaca por un diámetro reducido de 39.6 milímetros, una primicia para Greubel Forsey.
Esta edición de oro blanco, limitada a 33 ejemplares, superó con creces el desafío autoimpuesto de dar cabida al gran volante (12.6 mm) dentro de un espacio más reducido. Este sistema de volante, presentado por la marca en 2017, garantiza óptima estabilidad cronométrica y su borde está equipado con seis tornillos avellanados de tiempo medio de oro que reducen la fricción del aire.
Aunque este emblemático volante se conserva, Greubel Forsey ha replanteado por completo el movimiento de este modelo. De 255 componentes, el calibre está equipado con un sistema de freno del volante activado por medio de la corona que permite ajustar la hora con un margen de precisión de un segundo. Además, está dotado con una reserva de marcha de 72 horas que, de acuerdo con la firma, garantiza su confiabilidad cronométrica mediante dos cubos de rotación rápida acoplados en serie.
De la misma forma, la esfera se ha reinventado con una construcción de varios niveles, materiales y acabados. A pesar de la reducción en sus dimensiones, el espacio presume de una gran apertura y legibilidad, protagonizado por la indicación de horas y minutos descentrada a las 2, un pequeño segundero entre las horas 8 y 9, el volante a las 6 y la indicación de reserva de marcha a las 10 horas.
En el fondo de la caja, la pericia artesanal de Greubel Forsey se hace evidente a través de los grabados de su logotipo y número de pieza, además del puente de oro blanco grabado en relieve con los valores de la firma. Este modelo se complementa con una correa de piel de becerro o de cocodrilo cosida a mano, con hebilla de ardillón de oro blanco grabada a mano con las iniciales de la marca.