Jaeger-LeCoultre ha traído a su boutique sobre Avenida Masaryk, en Polanco, una de las 28 piezas limitadas del Atmos Regulator diseñado para la prestigiosa casa de moda Alfred Dunhill. Completamente en negro, el reloj cuenta con un gabinete de metal barnizado con una puerta de cristal y un vidrio entintado con diseños metálicos estilo art decó inspirados en las cigarreras y encendedores de Dunhill de los años 30’s. La pieza cuenta con una repisa forrada con piel de mantarraya, que resalta la elegancia y modernidad de su concepto.
Inspirados por sus reguladores anteriores, el Atmos Regulator Alfred Dunhill exhibe dos esferas separadas para horas y minutos bañadas en rodio con números y manecillas negras barnizadas. Una esfera a las seis horas muestra el indicador perpetuo de fase lunar, lo que quiere decir que es necesario realizar una corrección de un día cada 3,821 años. Un indicador de 24 horas puede apreciarse justo debajo de la esfera para horas.
Famoso por funcionar sin viento, electricidad o batería, el reloj se impulsa por el calibre 582 –mecánico y ensamblado a mano– activado por el más mínimo cambio de temperatura. Su movimiento es tan sensible que un cambio de un grado Celsius brinda batería por 48 horas. El muelle del Atmos oscila dos veces por minuto en lugar de las 300 veces que sucede en un reloj de pulsera, por lo que utiliza 250 veces menos energía. El secreto de su funcionamiento radica en una cápsula interior herméticamente sellada que posee una combinación de gases que se expande o se contrae según cambia la temperatura.
Como el Atmos Regulator solo funciona en superficies planas, se le añadió a cada pie que sostiene el gabinete un mecanismo de ajuste de giro que asegura el balance de la pieza en cada momento.